La ansiedad y preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (algunos de los cuales han persistido más de 6 meses).
- Inquietud o impaciencia
- Fatiga fácil
- Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Alteraciones del sueño
La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad de la persona.
TRATAMIENTO
La terapia cognitivo-conductual constituye la base del tratamiento, aunque se integran las aportaciones de las terapias descritas en la Depresión.
Descripción:
- Es de corta duración.
- Es activa-directiva, el paciente va modificando conductas de manera muy gradual.
- El terapeuta orienta, asesora y ofrece soporte emocional.
- Se centra en el “aquí y ahora”.
- A través del diálogo se ayuda a la persona a modificar pensamientos y conductas, provocando una reducción Importante de la ansiedad.
- Ayuda a analizar y resolver los problemas que nos angustian.
DURACION
Se aprecia una sustancial mejoría hacia los 2-3 meses.
La terapia comienza con una frecuencia semanal. Posteriormente se disminuye progresivamente hasta llegar a una sesión quincenal, y finalmente, para prevenir recaídas y afianzar la mejoría, se realiza una sesión al mes.
TESTIMONIO
“Tuve que recurrir a ayuda psicológica justo en el momento de reincorporarme al trabajo después de un año de baja por maternidad. Sufrí un cuadro de ansiedad , me ayudó mucho la calma que me transmitió, las explicaciones teóricas y documentadas para comprender mejor lo que me pasaba, me ayudó a entender y controlar lo que me pasaba, me dijo que la situación mejoraría y, efectivamente, mejoró la seguridad en mí misma; superé la ansiedad y al cabo de un tiempo estaba de nuevo todo en orden”. Anónimo
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