INTRODUCCIÓN:

La depresión es una enfermedad que sufren 350 millones de personas. Pero lo más preocupante es que su prevalencia va en aumento. Actualmente supone la principal causa de discapacidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada vez son más los expertos que califican a la depresión como la “enfermedad del siglo XXI”.

Es muy preocupante también que según datos de la misma OMS sólo reciban tratamiento el 50% de los afectados.

¿ES SUFICIENTE PARA LA CURA DE LA DEPRESIÓN RECIBIR SÓLO TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO?

Utilizar sólo el tratamiento que trata la parte orgánica de la depresión no es suficiente para su cura. Es posible que dicho tratamiento palíe los síntomas, pero este efecto será un “parche”. Las causas psicológicas, si no se tratan también, estarán siempre presentes.

Estamos ante una enfermedad para la cual disponemos de tratamientos psicológicos eficaces. Desafortunadamente, en nuestro país la intervención queda bastante limitada al tratamiento farmacológico. Éste, en algunos casos, es necesario e incluso imprescindible, pero se hace un uso excesivo de él. No nos paramos a pensar demasiado en sus efectos adversos, tanto a corto como a largo plazo.

EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS ANTIDEPRESIVOS A CORTO Y A LARGO PLAZO

Como todos los fármacos, los antidepresivos tienen efectos secundarios. Para la psiquiatra Nancy Andreasen (prestigiosa neurocientífica) el consumo de psicofármacos se asocia a “cierta “contracción” del cerebro. Dependiendo los efectos secundarios de la dosis y la duración del tratamiento”.

Parece ser, según las investigaciones realizadas, que esta contracción afecta especialmente la corteza prefrontal, asociada a la planificación y la capacidad de razonamiento. Ésta parte del cerebro, al recibir una menor entrada de información, se atrofia muy lentamente.

Numerosas investigaciones hablan de la ganancia de peso con el uso a largo plazo de los antidepresivos. Revistas de prestigio mundial como la British Medical Journal, así lo han publicado.

¿QUÉ ACONSEJAN LAS AUTORIDADES MUNDIALES DE LA SALUD MENTAL?

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Mundial de la Salud Mental, y el Ministerio de Sanidad y Consumo en su guía de Práctica Clínica promovida por la Agencia de calidad del Sistema Nacional de Salud, afirman:

“… el tratamiento psicológico basado en técnicas cognitivo-conductuales es el tratamiento de elección para los problemas de ansiedad y depresión. Como único tratamiento para los casos leves y moderados. Sólo se recomienda el tratamiento farmacológico complementario para los casos más graves de depresión”.

Pero lo más importante es que el tratamiento con fármacos no trata la raíz del problema con lo cuál las personas es mucho más fácil que sufran recaídas. Se trata de desarrollar las estrategias y las herramientas para hacer frente a las crisis que puede sufrir a lo largo de la vida. La depresión es una enfermedad que tiende a cronificarse si no se trata adecuadamente. Es por ello  muy importante una intervención precoz e integral.

¿CÓMO AYUDA EL TRATAMIENTO PSICOLÓGICO? ¿QUÉ SE HACE EN LA TERAPIA?

Actualmente disponemos de tratamientos psicológicos que no tienen ningún efecto secundario.  La psicoterapia ayuda:

  • a superar la depresión,
  • a conocernos más a nosotros mismos,
  • a gestionar nuestras emociones y crecer como personas,
  • a desarrollar nuestro potencial.

Todas estas oportunidades de desarrollo personal quedan en buena parte anuladas con el uso exclusivo de los antidepresivos.

Las terapias cognitivo-conductuales enseñan a la persona a afrontar de manera más adaptativa las situaciones dolorosas, disminuyendo el sufrimiento. En este tipo de terapia el psicólogo tiene un papel orientador, práctico y activo. Durante la psicoterapia se identifican los pensamientos negativos inherentes a la depresión. Éstos son modificados por otros más realistas. Durante la terapia la persona aprende asimismo a hacerse más consciente del porqué de sus sentimientos y pensamientos. Progresivamente la persona irá construyendo herramientas que le permitirán  gestionar mejor su vida personal.

En los primeros estudios referentes a la efectividad de la terapia cognitivo-conductual se pudo comprobar cómo el hecho de dejar de repetir para uno mismo pensamientos del tipo “no valgo nada”,   “no tengo remedio”, disminuía los síntomas de depresión.

¿HAY SUSTITUTOS NATURALES, HASTA CIERTO PUNTO, DE LOS ANTIDEPRESIVOS?

El sustituto más estudiado, validado y aceptado por toda la literatura científica hace referencia a los efectos beneficiosos del ejercicio físico.

Estudios con muestras muy elevadas de participantes han podido demostrar cómo la práctica del ejercicio físico aumenta la producción del principal neurotransmisor implicado en nuestro estado de ánimo, la Serotonina. Los pensamientos negativos asociados a la depresión, quedan interrumpidos cuando realizamos un esfuerzo físico prolongado. Además, una práctica regular de este tipo previene recaídas. Media hora de ejercicio físico moderado tres días a la semana parece ser que es suficiente para disminuir los síntomas de la depresión.

Últimamente se habla cada vez más de la relación que tiene la alimentación con la psicología. En este sentido cada vez hay más estudios que sugieren que hay una relación entre la flora intestinal y nuestro estado de ánimo.

Ello no es nada sorprendente, teniendo en cuenta que en los intestinos tenemos un segundo cerebro que segrega serotonina. De esta manera parece lógico pensar que un buen funcionamiento de los intestinos es importante para nuestro estado de ánimo. Si el intestino delgado no goza de buena salud, tampoco puede producir el neurotransmisor de la “felicidad”.

Los Omega 3 parece ser que también tienen una influencia positiva sobre nuestro estado de ánimo. En un estudio publicado en la American Journal of Psyquiatry se demostró que, en determinados  jóvenes con humor cambiante el suministro de un suplemento de Omega 3 les ayudaba a disminuir los síntomas de depresión.

Con respecto a la depresión postparto los estudios realizados sobre esta cuestión son bastante concluyentes. Según la prestigiosa revista The Lancet las diferencias respecto a la incidencia de la depresión postparto entre, por ejemplo, Japón y Francia se deben al consumo de pescados y marisco.

CONCLUSIÓN

La depresión es todavía una enfermedad muy estigmatizada, y ello constituye uno de los motivos por los cuales las personas no acaban de decidirse a visitar a un especialista sanitario. Pero  muchas de las personas que han sufrido depresión y se han tratado adecuadamente opinan que les ha servido para crecer y desarrollar su autoestima. Consecuentemente, han logrado tener una mayor capacidad de vivir el día a día con mayor bienestar personal.

El proceso terapéutico de la depresión te ayudará no sólo a superarla sino también a:

– Conocerte mejor a ti mismo y desarrollar tu autoestima.

– Desarrollar herramientas que te permitirán afrontar mejor las dificultades.

– Identificar las causas de tu malestar, realizando un análisis más objetivo de la realidad.

– Gestionar mejor tus emociones.