SÍNTOMAS

Para las obsesiones y las compulsiones se han de cumplir diversos criterios implícitos en las respectivas definiciones.

Las obsesiones se definen por:

  • Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos.
  • Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real.
  • La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos.
  • La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente.

Las compulsiones se definen por:

  • Comportamientos (lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (por ej. rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo.
  • El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos.

TRATAMIENTO

Se aplica la terapia de exposición con prevención de respuesta, así como la terapia cognitivo-conductual.

Las técnicas de exposición consisten en afrontar, de forma sistemática y deliberada, situaciones (por ej. hablar en público) o estímulos internos (por ej. sensación de desmayarse, preocupaciones, obsesiones) que generan ansiedad u otras emociones negativas (asco, ira) y/o provocan el impulso de realizar una acción determinada (por ej. lavarse las manos compulsivamente, comprobaciones repetidas, etc.).

La persona debe mantenerse en la situación o bien afrontar el estímulo interno hasta que la emoción o el impulso se reduzcan significativamente y/o hasta que compruebe que las consecuencias anticipadas no ocurren. Evidentemente esta técnica se aplica de manera muy paulatina y respetando el ritmo del paciente.

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